A través de los siglos los humanos construyeron máquinas que imitaban partes del cuerpo humano y herramientas que le ayudaban en sus labores más duras. Con la Revolución Industrial, aparece la máquina de vapor y conceptos como la «producción en serie», las cuales aumentaron notablemente la capacidad productiva de las fábricas disminuyendo los costes, los tiempos de producción y la fatiga física del trabajador.
Con el tiempo y gracias al progreso científico, ha ido aumentando el uso de la tecnología aplicada en el proceso de producción industrial. Hoy en día es fácil encontrar procesos de automatización industrial ya en muchos sectores: fabricación y confección de alimentos, productos químicos, en la industria automotriz y en la de plásticos, por ejemplo.
Pero en concreto ¿qué es y cómo funciona la Automatización Industrial?
La automatización industrial se podría definir como la unión y el consecuente uso de diversas tecnologías al fin de controlar y regular un proceso, una maquina, haciendo que esta funcione automáticamente, reduciendo al mínimo la intervención humana.
Con el uso de sensores, transmisores de campo, sistemas de control, software y recolección de datos, el objetivo es generar la mayor cantidad de productos, en el menor tiempo posible, reduciendo costes y garantizando una uniformidad en la calidad de producción.
La automatización industrial, vista más en detalle, se compone de muchos elementos:
- – La instrumentación, cuya función es la de medir las variables de la materia en sus estados (gases, sólidos y líquidos) permite calcular y saber el volumen, el peso, la presión.
- – La olehidráulica, la neumática, los servos y los motores y tienen el objetivo de realizar esfuerzos físicos y producir los movimientos de los productos.
- – Los sensores indican lo que está pasando con el proceso, donde se encuentra en un momento determinado y dan la señal para que siga el siguiente paso.
- – Los sistemas de comunicación enlazan todas las partes y los PLC (Controladores Lógicos Programables ) se encargan de controlar que todo tenga una secuencia, y de que el proceso se repita y siempre de la misma manera.
Pero ¿por qué es tan importante tener automatizadas las instalaciones industriales y qué ventajas tendría para la empresa?
Automatizar totalmente o parcialmente los procesos industriales genera beneficios a la producción. Analizamos aquí algunas de las ventajas principales:
- – Producción constante, las 24 horas del día: a través de programas de software que controlan todo el proceso, no hay errores en el proceso productivo y por eso tampoco se va a detener; si es verdad que este es una buena ventaja para todo tipo de fábrica, este beneficio es el más apreciado por aquellas empresas con picos de producción o producción estacional.
- – Uniformidad y calidad de producción: como dicho anteriormente, uno de los objetivos principales de la automatización industrial es garantizar que el proceso productivo se replique siempre de la misma manera sin tiempos muertos ni errores.
- – Reducción de costes: se agiliza el trabajo y el tiempo necesario para la producción. No hay error y todo está programado para que funcione siempre y todo correctamente. Además hay un mejor uso energético y de las materias primas utilizadas para el producto. Gracias también a una constante monitorización en tiempo real de los datos del proceso si hubiese alguna anomalía, esta vendría detectada al momento.
- – Mayor seguridad y menos esfuerzos para los trabajadores: ya que se automatizan los procesos se reducen también los esfuerzos físicos o la periculosidad de manejar directamente con sustancias peligrosas (químicas o radioactivas), de trabajar en ambientes extremos o de alto riesgo.
Muchas empresas ya reconocen la importancia de introducir sistemas de automatización industrial en su proceso productivo ya que es aún más cierto que su implantación será imprescindible para mantener un adecuado nivel de competitividad.
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