Cuando nos referimos al concepto de Smart City se unen diversas disciplinas que encontramos en una ciudad: sostenibilidad, tecnología, medio ambiente, domótica y proyectos globales. En definitiva, es todo aquello que hace que la ciudad sea más eficiente y mejor para sus ciudadanos.
Ámbitos de actuación
Las áreas que definen las Smart cities son diversas. Algunas se mezclan entre sí porque el concepto es general con el fin de definir trabajos que engloban varios ámbitos de actuación.
Sostenibilidad y eficiencia energética
Un mundo más sostenible es posible. Y en ese sentido, los proyectos actuales para las ciudades inteligentes buscan la eficiencia energética. Para ello se introduce el concepto de Smart Green, donde se emplean energías que sean cada vez menos invasivas y ayuden a ahorrar.
Ello conlleva una mejor gestión del residuo, informando y fomentando medidas para que los ciudadanos separen los residuos. Con ello se gana en desplazamientos y en obtención de materias primas para la industria.
En este punto también es interesante destacar la gestión de zonas verdes urbanas. Las Smart cities abogan para que los parques y jardines sean protagonistas porque ofrecen beneficios medioambientales y sociales.
Y los edificios públicos y privados también deben ser eficientes, con el control de la energía, de la iluminación, redes de climatización… aportando la domótica e inmótica en empresas, industrias y viviendas particulares.
Movilidad
Es otro factor importante. Esta área engloba, tanto los servicios públicos de transporte como los privados para que sean mejores. La reducción de coches que contaminen también está dentro de la política de la construcción de las Smart cities. Por lo que el vehículo eléctrico se establece como el que se usará en el futuro.
En este sentido, aparece el Smart mobility, que recoge todas las infraestructuras que hacen referencia a la movilidad. También se habla de las infraestructuras viarias con la gestión eficiente de la sensorización y monitorización que controlan el tráfico.
Seguridad
Una seguridad de las ciudades es necesaria. Las últimas tecnologías nos lo facilitan. El ámbito de la seguridad urbana incluye, desde la simulación 3D, a la protección de edificios públicos, la videovigilancia, la verificación de documentación, ciberseguridad, además del cruzo de datos, análisis y aplicación de éstos o el big data.
Sanidad y educación
Son ámbitos destacados que necesitan de una actuación de digitalización en sus procesos para que funcionen eficazmente. Algunos de los ejemplos que se están llevando a cabo son la teleasistencia, la telemedicina, educación digital, prevención y alertas sanitarias, e historia clínica digital.
Colaboración público-privada y administración-ciudadanía
La construcción de las ciudades inteligentes debe hacerse con una absoluta colaboración de la administración pública y de las empresas privadas, es decir de todos. De la misma manera que la administración debe colaborar con los ciudadanos, aportando éstos aquello que puede servir para avanzar, y proponiendo ideas.
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